The Speed Of Sound: Last Orders

The Speed Of Sound está presente en todas las plataformas digitales como Apple Music, Spotify, con la edición especial de The Museum of Tomorrow, en vinilo LP, vendiéndose exclusivamente a través del sitio web de Big Stir, de manera tal que, luego de colocar éste álbum como un auténtico hit, lo siguiente es mantener la buena racha que sencillos como Tomorrow’s World y Opium Eyes les ha permitido, de manera tal que es momento de presentar un nuevo tema promocional acompañado por un vídeo realizado dentro de su muy particular estilo.

Last Orders es una reflexión respecto al programa que corre en la mente humana a manera de sistema operativo, pues si bien parecería que la humanidad experimenta un proceso de evolución constante, lo cierto es que, en su necesidad de socializar, dada su naturaleza gregaria, sus procesadores presentan un error al repetir errores del pasado, tales como someterse a un conjunto de creencias y costumbres con la finalidad de expiar sus pecados a partir de señalar los de otros y, ¿Porqué no?, condenar a la hoguera a una que otra bruja, sea que las brujas existan o no.

At first, ‘Last Orders’ sounds like its a drinking song about getting a round in before the bar closes, but I was at the Stasi (the old East German secret police) Museum in Berlin and that got me thinking about the night the Berlin Wall came down and them furious shredding documents despite the State having collapsed and their job no longer having a purpose. That led me on to the Japanese soldiers in the mid 1970’s that were still unaware World War 2 had ended. The military has a concept of continuing with orders until new instructions are received. So Last Orders is about actual last orders. But then again, it could be a drinking song.
Al principio, ‘Last Orders’ suena como una canción para beber sobre conseguir una ronda antes de que cierre el bar, pero estaba en el Museo de la Stasi (la antigua policía secreta de Alemania del Este) en Berlín y eso me hizo pensar en la noche en Berlín. Se derrumbó el muro y ellos furiosos destrozando documentos a pesar de que el Estado se había derrumbado y su trabajo ya no tenía un propósito. Eso me llevó a los soldados japoneses a mediados de la década de 1970 que aún no sabían que la Segunda Guerra Mundial había terminado. El ejército tiene el concepto de continuar con las órdenes hasta que se reciban nuevas instrucciones. Por lo tanto, Last Orders se trata de los últimos pedidos reales. Pero, de nuevo, podría ser una canción para beber.

It is tripped-down and acoustic guitar-led, with additional backing vocals recorded individually around the world. Featuring a representative for every continent on the planet and assembled in a virtual room (Abbey Road Studio 3) to create a universal reverb and the sense of togetherness. An intercontinental night out in a pandemic. Come on, it’s last orders.
Se dispara hacia abajo y está dirigida por una guitarra acústica, con coros adicionales grabados individualmente en todo el mundo. Con un representante de todos los continentes del planeta y reunidos en una sala virtual (Abbey Road Studio 3) para crear una reverberación universal y la sensación de unión. Una noche intercontinental en una pandemia. Vamos, son las últimas órdenes.

John Armstrong

The Speed Of Sound, Last Orders…

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2 comentarios en “The Speed Of Sound: Last Orders

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