Rudy Reyna no fue pionero del estilo exótico en la Lucha Libre, el estilo siempre refirió al manejo de un personaje que sobre el ring resaltaba por ser un individuo excesivamente pulcro en su aspecto, a quien no le importaba parar la lucha para acomodarse el cabello, perfumar al rival y al público para enfurecerlo o, siendo específicos, un tipo tan políticamente correcto que su principal finalidad era manipular las reglas a su favor apelando a la caballerosidad y las buenas costumbres, algo así como los jipsters o políticos modernos.

Rudy Reyna, por décadas de historia que le anteceden, no fue pionero del estilo exótico más sin embargo su importancia en este estilo radicaría en ser una de las personas que marcó camino para lo que hoy se conoce como comunidad LGBT al ser el primer luchador abiertamente gay.

Un habitual de los Domingos en el demolido Toreo de 4 Caminos, lo vi por primera vez haciendo dupla con Rizado Ruiz enfrentando a Bello Greco y Sergio el Hermoso, gladiadores que estaban dentro de los límites del exótico tradicional y a quienes la fanaticada se divertía gritandóles «Jotos», celebrando sus desplantes. Rudy Reyna iba mucho más allá.

Precursor de un estilo que continuarían May Flowers y Pimpinela Escarlata al conformar la Ola Rosa, Rudy Reyna hizo escuela y todo un estilo, al grado de que, independientemente de la obvia diferencia de edad con sus compañeros de tercia, le llamaban «La Mamá» de este par, a quienes seguirían gladiadores de alta calidad técnica como Cassandro y muchos más hasta nuestros días, todo porque, independientemente de su orientación sexual, Rudy Reyna era uno de los mejores trabajadores de su época cuando de luchar se trataba, siendo capaz de sacar excelentes combates a ras de lona o transformarse en una bestia sedienta de sangre cuando la batalla demandaba que se convirtiera en un rudo implacable.

Rudy Reyna tuvo momentos de gloria, altas, bajas, desafortunadamente, se fue perdiendo en el tiempo hasta que silenciosamente se quedó en un semi retiro en Monterrey, Nuevo León, donde residió hasta el final de sus días, acaecidos el pasado 26 de Abril a consecuencia de la diabetes.

Rudy Reyna no será un nombre tan familiar para los nóveles aficionados, pero la familia luchística no lo olvidó y de tiempo en tiempo le tendía una mano, siendo tambien el gremio luchístico quien, modestamente, se hiciera cargo de sus últimos gastos vía Baby Richard.

Rudy Reyna se perdió en el tiempo, pero Andrés Rodolfo Reyna Torres es un ejemplo para todos aquellos que en algún momento han sentido que no pertenecen a algo y han padecido de algún tipo de discriminación.

Descanse en Paz Rudy Reyna, el gladiador exótico que al fragor del combate le robó un beso al mismo Santo, el Enmascarado de Plata.