Tener una mascota es un lujo: Gravenlo

Tener una mascota es un lujo.

Es un lujo tener tiempo para dedicarle a otro ser vivo en esta época moderna.

Es un lujo educar a alguien que difícilmente comprende lo que decimos más allá de tres sílabas y hacerse responsable de sus acciones.

Es un lujo tener la calidad moral para dar una vida digna a estos seres sin denostar al ser humano que no comparte esta manera de pensar o sus espacios con algún animal por las razones que usted guste y mande.

Es un lujo que una mínima parte de los dueños de anímales de compañía se puede dar.

En los últimos años, el ser “animalero” se ha convertido en una causa para algunos, cuando esta es bien llevada, pero en el grueso de la población se ha convertido en una pose más que da validez al viejo adagio de “Dime de que presumes y te diré de que careces”, teniendo como el más claro ejemplo el reciente debate en torno a la aplicación del Impuesto al Valor Agregado en el alimento para mascota.

La legislación en materia de anímales de compañía es algo más que necesario, toda vez que la proliferación de estos seres y su comercialización es punto focal en el debate animalero, más lo que hace falta es diseñar el marco legal que regule la tenencia y condiciones que es necesario cumplir para tener y mantener una mascota en condiciones dignas que fomenten la convivencia sana de estos seres con el humano en la vida diaria.

Primeramente es necesario crear y hacer obligatoria la licencia para tener anímales, ya sea como mascota, píe de cría, refugio, veterinario o comercializador, estableciéndose así las bases para mantener el control de quien, como, porque y cuantos animales tiene y en qué condiciones.

Una gran cantidad de los anímales de compañía que pululan en esta tierra de Dios son producto de la labor comercial de seudo criadores que en muchos de los casos solo los mantienen en condiciones estéticas para ser vendidos en las calles.
Al registrarse como tenedor de anímales tendría usted la obligación de registrar, y pagar, por el derecho a tener un animalito en casa, ya sea de manera temporal o permanente.

Así las cosas, el gobierno local tendría la obligación de realizar visitas periódicas al domicilio de los tenedores de mascotas, partiendo de la base de una visita anual a aquellas personas que proporcionen hogar permanente a un animal y hasta una visita mensual como mínimo a aquellos que se denominen como criadores, comercializadores, rescatistas, veterinarios o cualquier otra actividad que derive en proporcionar una estancia temporal a estas criaturas.

¿Estos es implementar un impuesto por tener mascotas?, ¡Claro!, pues además de verificar que las condiciones de vida para el animal sean dignas, se estarían generando fuentes de empleo para aquellos que verdaderamente estén capacitados para desempeñarse en la labor de Inspectores, quienes además de tener la facultad de reportar aquellos casos que violen la normatividad derivando en una sanción económica o administrativa según sea el caso, se encargarían de promover esa cultura por la que los animaleros pugnan y se desgarran las vestiduras en ese debate que requiere más de su acción y no de su reacción.

Otro punto importante es el de la alimentación, que si bien cada quien alimenta a su animal de acuerdo a sus posibilidades y conocimiento del mismo, hace falta regular el manejo que se le da a este recurso, pues en la mayoría de los casos no es el adecuado, sobre todo cuando se trata de alimentos  preparados en casa o cuando alguien, obrando de buena fé, deja el alimento en plena vía pública.

De igual forma, está el manejo de los desechos, lo cual representa un tema bastante delicado, que comprende cuestiones sanitarias y el uso del espacio común en el vecindario.

Tener un animal no sólo es cuestión de ganas, sino que también hace falta educar a quienes se ostentan como propietarios de una mascota, por lo que si alguien decide hacerse responsable de proporcionar un hogar, permanente o temporal, a uno de estos seres, debe capacitarse de manera adecuada para el manejo del mismo, lo cual representaría un ingreso más al erario, además de generar otras fuentes de empleo.

Este punto es importante, pues con el adecuado seguimiento sumado a las visitas de inspectores, derivaría en un desarrollo cultural más que importante en la vida diaria, y al aplicarse con mayor severidad (multas) a quienes proporcionan un hogar temporal a los anímales de compañía derivará en un freno a la comercialización ilegal de los mismos o de la creación de Asociaciones Civiles que bajo la bandera del apoyo y defensa de los derechos de estos seres indefensos han encontrado un lucrativo sistema para enriquecerse pasando la charola entre quienes carecen de un genuino interés en el tema pero a ciegas proporcionan el recurso económico que haga falta.

IVA o no IVA al alimento para mascotas, es necesario que estos recursos se pongan a trabajar verdaderamente en el mejoramiento y desarrollo de nuestras comunidades, además de hacernos responsables por nuestras acciones, especialmente aquellas que tienen un efecto directo en el ecosistema.

Tener una mascota es un lujo, ¿Está usted dispuesto a asumir las responsabilidades que esto implica?.

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