Cuando la vida te niega aquello que quieres, es porque te pone en ruta de aquello que necesitas, más el común denominador en el ser humano es permanecer en la negación, buscando inútilmente aquello que no te corresponde, cuando lo que se necesita es un corazón templado que haga de ése revés el cambio de curso que habrá de proyectarte a tu verdadero destino, siendo tal el mito que da origen a nuestro héroe.
Súper Muñeco es un personaje que cobró vida en 1983, luego de que el primer Sanguinario Jr, hijo mayor de El Sanguinario, dejara el nombre y legado luchístico de su padre para tomar una identidad propia, basada en el diseño del Tramp Clown, el payaso de perfil vagabundo, mezclado con el glamour y alegría de, en ése entonces, la máxima figura del entretenimiento infantil, Cepillín.
El equipo y el nombre bastaron para atraer los reflectores hacia su persona, más el detalle que cautivó a la fanaticada no fue su innegable carisma, ni mucho menos su personalidad generosa y amable, sino un estilo alegre que incorporaba ciertas piruetas y gestos ya clásicos a su repertorio de llaves y castigos, detonando en una ejecución que resultaba ser todo un espectáculo tan agradable que, así como le ganó simpatías, generó una respuesta negativa en aquellos que no fueron capaces de apreciar, en ése momento, uno de los más grandes aportes a la Lucha Libre en la década de los 80, la Lucha Fantasía.
Súper Muñeco no era ningún improvisado, pues sus años como El Sanguinario Jr le enseñaron los secretos del estilo rudo y, seguro de sí, se ganó más que un lugar en las carteleras, entre cueteros y amargados, haciéndose la máxima figura y estrella de El Pavillón Azteca, extinta arena que se ubicara en las inmediaciones del Estadio Azteca y que fuese no sólo su centro de operaciones, sino la base de los gladiadores conocidos como Súper Libres.
En aquellos años, como siempre, se cuestionaba la evolución de la Lucha Libre, y se cuestionaba duramente, como siempre, a las noveles figuras que llegaban con la etiqueta de futuras estrellas, y así como Los Independientes tenían a El Hijo del Santo, La Seria y Estable a Atlantis, el elenco Súper Libre tenía a Súper Muñeco.

La fórmula empleada por Súper Muñeco parecería algo simple y sencillo de replicar, por lo que la Lucha Fantasía no solo creció por la necesidad de brindarle al público lo último en tendencias, sino por el hambre de triunfo de una gran cantidad de jóvenes que se veían reflejados en ése cuestionamiento que los mayores realizaban a su generación, y en el Ídolo de los Niños encontraban la inspiración para hacer lo propio, con resultados tan diversos que, a diferentes niveles, hoy se puede hablar de una variedad de personajes que, con historias y legados propios, tienen en nuestro héroe la raíz en común.
Súper Muñeco siempre fue cuestionado, al grado de que, si bien su calidad luchística fue puesta a prueba por elementos de sobrada calidad, y avalada por los mismos, tanto entre los independientes como con los coliseínos, ésta se hace palpable en el número de trofeos capturados en luchas de apuesta, pues las máscaras y cabelleras que ganó suman cientos, hasta donde se puede documentar, pues siendo un elemento Súper Libre, las giras eran largas, constantes y, por mencionar un ejemplo, en Tabasco hay una familia luchística cuyos personajes de perfil fúnebre, por generaciones y en diferentes ramas de las mismas, dejaron el misterio de su identidad en manos del ídolo de los niños.
La Lucha Fantasía llegó a tal punto que, para apuntalar la idolatría de Súper Muñeco, se integró el Trío Fantasía en el Pavillón Azteca, en parte como respuesta a lo que se creía era la moda de los Relevos Australianos, pero también para no desgastar al cada vez más solicitado y exigido ídolo, por lo que Súper Pinocho y Súper Ratón forman parte de un legado que, como unidad colectiva, cobrara los campeonatos de tercias de la AWWA, UWA, y del Distrito Federal.
Individualmente, Súper Muñeco no dejó de destacar, pues así como hizo suyo el campeonato de Peso Semicompleto Júnior de la AWWA, y el de Peso Medio de la WWA en plena época de gloria de dicho organismo, en Triple A su figura y carisma dieron para ganar el Campeonato Nacional de Tríos en dos ocasiones, junto a Ángel Azteca y El Hijo del Santo, Rey Misterio, Jr. y Octagón, respectivamente, avalando así la categoría de la cual diera muestra hasta su última aparición en público, en la Ciudad de Los Ángeles, California, apenas hace unas semanas.
Discreto como pocos, de su vida personal poco se sabe o se menciona, pues su familia y amigos, aunque en apariencia numerosos, de cierto son pocos, y así como de su ingreso hospitalario se supo hasta un par de días después de ocurrido, éste 9 de Febrero de 2022, en las primeras horas de la mañana, Heber Palafox dejaba su nombre y legado para la historia, mientras que, pasado el mediodía, una vez que la familia así lo dispuso, se hizo del conocimiento público el fallecimiento de Súper Muñeco.
Cuando la vida te niega aquello que quieres, es porque te pone en ruta de aquello que necesitas, más el común denominador en el ser humano es permanecer en la negación, buscando inútilmente aquello que no te corresponde, cuando lo que se necesita es un corazón templado que haga de ése revés el cambio de curso que habrá de proyectarte a tu verdadero destino, siendo tal el mito que da origen a nuestro héroe, un mito que se sustenta en su historia y el tiempo habrá de convertir en leyenda, la leyenda de Súper Muñeco, aunque para Heber Palafox, el hombre, ése golpe de timón lo llevó a repartir felicidad, amor, dulces a lo largo de su carrera, felicidad y amor que le fueran retribuidos por la vida con su esposa, Ana, dejando un legado en el fruto de ése amor, Sara, su hija.
Descansa en Paz, Heber.
Por las emociones, las alegrías, los dulces y las atenciones…
¡Gracias, Súper Muñeco!
