Mauricio Garcés es una tremenda figura de la época de oro del cine mexicano que en la trancisión a las películas en color encontró la inmortalidad al desarrollar esa vena cómica y pícara del Don Juan, convirtiendose en ícono y leyenda, modelo a seguir para quienes profesamos el culto a su interpretación en la pantalla grande.
Mauricio Garcés no solo era la figura, era el ingenio y en su legado dejó algunas frases que seguramente te serán útiles en la vida diaria, sobretodo si eres de aquellos a quienes no les va ese término de neosolteros.
24 frases del Maestro, Mauricio Garcés…
Arrooooooz.
Debe ser terrible tenerme y después perderme.
Claro que quiero ser el hombre de tus sueños…. pero para eso, ya duérmete mamacita.
Los hombres no mentimos, sólo buscamos alternativas para darles gusto a sus exigencias.
No soy un imposible, el que persevera alcanza.
¡Las traigo muertas!
¡Te voy a hacer pedazos!
No importa el tiempo, tarde o temprano, todas caen…
Una noche sin estrellas, es como mi alcoba sin mujeres, no tiene chiste verla.
Casarte, rogarle o pedirle perdón a una mujer es como tentar al demonio, te dirá que sí, pero estarás condenado toda tu vida.
Las mujeres son como la gripe mal cuidada, nos pueden hacer llorar y en el peor de los casos hasta matar.
Es bueno saber que soy el pensamiento incómodo de algunos maridos.
Sólo dame la oportunidad de demostrarte que hoy seré todo tuyo, mañana no te lo aseguro.
El juego de palabras que utilizan las mujeres, es como un laberinto sin salida y sin retorno.
Si de ganado fino se trata, más vale ser cuatrero perseguido, que ganadero cornudo.
¿Que eres una muchacha decente? No te preocupes. Yo ese defecto te lo corrijo rápidamente.
No importa de qué parte del mundo vengas, te voy hacer pedazos.
Los hombres somos como el café, tómame calientito y no te dejaré dormir toda la noche.
Las mujeres con ideales, son mujeres con pasiones, los hombres con pasiones son ideales para las mujeres.
Chiquitita, yo soy como el tiempo, una vez que me pierdes, jamás me recuperarás.
Soy un hombre demasiado tranquilo, pero en la alcoba soy una fiera, un atleta de olimpiada con medalla de oro, tú dices si te arriesgas a perder.
Soy tu presente, soy tu futuro, pero no te preocupes, en un momento tu marido quedara en el pasado.
Mi misión en esta vida es tener a las mujeres contentas, si todavía no llego contigo, es porque no me ha dado tiempo, pero no desesperes hay muchas en la fila.
No luches en terrenos donde sólo hay un conquistador, detesto ver llorar a un hombre cuando saben que yo fui el mejor.