Si hay un equipo grande en nuestro país, esos son los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México, pero sin menos preciar a los demás equipos que representan a dicha institución, vale la pena aclarar que salvo el nombre y el estadio que prestan al equipo de soccer, no tienen nada que ver con estos últimos, pues se componen de estudiantes que se desempeñan en alguna de sus muchas escuelas llevando una formación integral y que, generación tras generación, cada temporada solo tienen un objetivo: Lograr el campeonato, sin olvidar su historia pero sin escudarse en esta, pues lo hecho hecho está.
Auténticos Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León fueron unos dignos rivales, pues con ellos se ha centrado el duelo por la supremacía en años recientes ya que son las dos instituciones que mayor compromiso han mostrado con sus equipos, jugadores y el desarrollo de talento que nutra sus filas.
Cuatro cuartos de duelo cerrado, donde Pumas supo leer y capitalizar los errores de la defensiva rival para lograr los 21 puntos que definirian el marcador, uno que al final se quedó muy cerca del empate y definición cardíaca de no ser porque desde un principio la defensiva local hizo la diferencia, manteniendo a raya a unos Tigres que en el impetú y las ganas se quedaron por no mantener la cabeza fría y administrar el tiempo que estaba de su lado para alcanzar y, quizá, lograr dar la voltereta.
Pudieramos decir que Pumas dejó que el rival se cansara en la segunda mitad, que Tigres se confiaron, que la suerte estuvo de un lado y otro, pero al final, el trabajo en equipo y la ejecución sobre el campo de juego dejan a la suerte en un tercer plano, pues ganó quien mejor jugó y quien mayor cantidad de puntos anotó.
Trabajo en equipo, unidad, respeto…
El deporte poniendo el ejemplo a una nación que parece confundida.
¡Felicidades Pumas!.
Imágenes cortesía de Pumas Dorados UNAM.
