El uso de la red es una bendición para algunos, maldición para otros, y para los más avispados, se trata de una herramienta más que útil para obtener información, como por ejemplo, el gobierno de los Estados Unidos, de cualquier país del mundo o cualquier agencia que sepa hacerse de información personal y sacar el mejor provecho de esta, sean cuales sean sus fines.

Con las revelaciones de Edward Snowden y la relevancia que ha tomado este caso a nivel mundial, deberiamos preguntarnos si nuestros dispositivos son verdaderamente herramientas de uso o mecanismos de control, más aún cuando empresas como AT&T se dedican a desarrollar productos que lejos de beneficiar al usuario común plantean un dilema que cuestiona el uso y aplicaciones que estos pudiesen tener en la vida real.

Si bien el ciudadano común no debe de preocuparse porque sus actividades sean monitoreadas por el gobierno de los Estados Unidos, algo que debe incomodar al mundo en general es la patente desarrollada por AT&T, diseñada para monitorear la actividad del usuario común y los archivos que mueve a través de la red, comparándolas con una base de datos con archivos cuyo contenido está protegido y a partir de ahí desarrollar una serie de acciones que podrian derivar en acciones legales en tiempo real.

Esto es: Suspender la transacción, es decir la acción de cargar o descargar contenido a la red, reporte a los poseedores legales de estos derechos y dar pie a una acción legal dependiendo de la frecuencia de sus actos.

Podemos pensar en varios ejemplos pero hay uno que es simple:

Adquieres un nuevo equipo de cómputo y respaldas tu biblioteca musical adquirida de iTunes en Dropbox para no perder ninguno de estos archivos: AT&T analiza esta transacción identificando contenido protegido e interrumpe la actividad…

Esto es algo que sucede comunmente en la vida diaria y las posibilidades son graves, pues más allá del embrollo legal que esto representa, tambien está la ética y calidad moral de quien se dedique a administrar estas tecnologías, pues como lo demuestra el caso Snowden, ¿Quién vigila a aquellos qué nos vigilan y cuales son sus fines?.