Martes de propuestas en El Imperial, una velada donde el riesgo de encontrar algo que se polarice en tu gusto es inevitable pero que vale la pena al explorar sonidos en un ambiente mucho más casual que permite conocer a las bandas en su entorno más personal.

Rodrigo Robles es un solista que tiene una marcada influencia de los músicos españoles que figuraron en la década de los noventa, con destellos pop y acompañamiento que lo mantienen lejos de lo que en el ideario común es un trovador. Su repertorio da para un momento relajado, tranquilo y, porque no, buscarse en sus letras. Una actitud más relajada, soltura en el escenario y valorar a los músicos que le acompañan son los detalles que hace falta pulir para hacer de su show algo más que recomendable.

Max Kracer, también solista, es evidentemente influenciado por grupos como Kings of Leon, Interpol y que en conjunto con su banda sabe sacar el mejor provecho de estas influencias al tener en la base de bajo y batería el soporte que necesita para soltarse sobre el escenario. Si bien la ejecución no es perfecta, sus canciones tienen chispa para conectar con cierto tipo de público. Ensayar, cuadrar su set pensando en que tocará ante un público que no son sus amigos y sus letras elaborarlas en el idioma del público más próximo y, por ende, potencial que tiene, es el trabajo que necesita para probarse en otros lugares.

Max Kracer y Rodrigo Robles en El Imperial